Hace diez años, tenía seis años y me encantaba los costumbres y dulces de Halloween sin embargo me fastidiaba las cosas escalofriantes.
Mis vecinos y yo son buenos amigos y por eso cuando estábamos niños hacíamos todo juntos. Todos los años hasta empezamos la escuela secundaria íbamos a pedir dulces juntos y siempre fue muy divertido con ellos. ¡Pero en dos mil seis, el divertido fue interrumpir cuando yo experimenté mucho miedo!
La noche empezó bien con las primeras casas. A cada casa dijimos, "truco o trato" y coleccionamos muchas dulces lo que cambiamos cuando regresamos a casa. Aunque empezó bien, hubo una sorpresa lo que cambió ese rápidamente.
La casa al final de la calle tuvo luces en el frente lo que indicar que pudimos ir allí. La casa no tuvo decoraciones muy escalofriantes y por eso no pensé de mucho más que las dulces fui a recibir. La casa pareció inofensivo sin embargo fue al contrario. Cuando mis vecinos y yo caminamos las escaleras al porche dos personas saltaron de los arbustos a la derecha y la izquierda para nos dieron miedo. Ellos nos dio mucho miedo lo que todos gritamos y saltamos en el porche y yo perdí el equilibrio. Las escaleras y el porche no tuvieron verjas y por eso me caí del porche a las escaleras y en el pavimento. Cuando me caí, hubo sangre porque me lastimé mucho y estuve llorando mucho también. Mi vecino muy simpático me llevó a su casa y su mamá me ayudó con las lastimas. Después de estuve limpio yo no pude o quise pedir más dulces entonces mis vecinos fueron sin yo y regresar con muchas dulces más y ellos compartieron conmigo. Aunque la noche fue complicado, terminó bien como empezó y es un Halloween lo que nunca puedo olvidar.
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