Había una vez, una niña fue contratada por los padres de los niños en la calle de Elm, quien necesitaron una niñera. Ella fue a la casa esa noche, mientras las padres fueron a la fiesta de cena. La casa fue grande, y aislado.
Después los niños fueron a dormir, la niñera se sentó en el sofá y empezó a ver la televisión. De pronto, el teléfono empezó a sonar. La niñera fue aterrorizado, sin embargo ella lo atendó. Un hombre la dijo que él va a la atrapar, y él rió. Ella rápidamente llamó la policía, pero ellos dijeron que probablemente era una llamada de broma. El hombre la llamó un otra vez, y dijo que él está más cerca. Ella llamó la policía de nuevo, y la policía eligieron a seguir la llamada, aunque la niñera tendría que mantenerlo en la línea cuando él llama.
El hombre llamó por última vez, diciendo que él estuve allí. Ella colgó, y entonces la policía la llamaron y la dijo a salir la casa porque las llamadas vinieron de arriba. Ella corrió de la casa pero fue muy tarde por los niños, quien fueron encontrados muertos al día siguiente.
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