En Colonial Williamsburg, hay muchas cuentas de horror. Una de las cuentas más reciente es sobre de una guardia de seguridad. Él tuvo que ir cerrar a la casa de Peyton Randolph, una casa muy embrujada. Desde su construcción en 1715, cerca de 30 personas han muerto en la casa, desde niños hasta adultos, debido a accidentes extraños, las masacres, y la guerra, a enfermedades misteriosos naturales. Aunque él era el más nueva guardia de seguridad, se le dijo revisar la casa él mismo. Cuando fue revisar el sótano, las puertas cerraron. Él se dio la vuelta para salir, sin embargo, una mano fría agarró su tobillo y no podía moverse. Luego, su linterna apagada. Utilizó su radio para pedir ayuda y cuando su lugarteniente finalmente llegó, y pidió abrir las puertas del sótano, él fue liberado de cualquier fuerza que lo sostenía. Él renunció al día siguiente.
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